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lunes, 17 de mayo de 2010

Behind the green door (1972)



Que no haya dudas, yo, un cinéfilo obsesivo y con recurrentes (y algo extrañas) pretensiones intelectuales, me dispongo a hablar de una peli porno, llamada Behind the Green Door y empiezo por decir algo terrible: esta es una peli que hizo crecer la historia del cine!

Muchos dirán que bueno, la primera peli porno habrá originado a la segunda peli porno y las dos juntas habrán llevado el cine de la mano a dimensiones muy poco recomendables o interesantes (con lo que no estarán de acuerdo la gran mayoría de los masturbadores, pero ellos no vienen al caso)

De inmediato el título de la peli hará sospechar a los más familiarizados con la industria, cuyos títulos suelen siempre, como decirlo, apelar al lado más gráfico de nuestra imaginación natural. Hay que decir algo muy importante: esta peli no pretendía poner los fundamentos la industria pornográfica.

En realidad, lo que ella quiso entonces fue llevar el cine a nuevas fronteras, rompiendo con las imposiciones morales de una América aun hundida en la herencia del maccarthismo y de Edgar Hoover, cuando finalmente el esplendor de esa rara hipocrecia moral empezaba a dar indicios de no ser más que un castillo de cartas. Esto era lo que estaba realmente en la mente de sus directores (Artie y Jim Mitchell), y de todos los que participaron del rodaje.

La historia de la peli va de un tio que llega a un restaurant de fast-food y empieza a contarle a otro lo que ha visto detrás de una determinada puerta verde. Lo que ha visto fue, bueno, eso! Pero “eso” sucede de una forma muy particular.

El tono que traspasa toda la peli tiene mucho de ritualístico y al revés de lo que pasa con la mayoría de las pelis porno (no responderé por todas por que, bueno, no las he visto todas), en las que cada línea de diálogo insinúa que en todo momento la naturaleza representará sus más malabarísticas simulaciones, en Behind the Green Door hay un cuidado particular con el guión (iba a decir un cuidado muy grande pero bueno, no habrá que ir tan lejos…), y sobretodo cuidados estéticos que a mi me hicieron recordar experiencias cinematográficas de rebeldía como Easy Rider o el mismo The Trip.

Muchos pasajes parecen estar basados en las experiencias psicodélicas de sus directores, donde las escenas, bueno, naturales, están filmadas con una imaginación delirante! Y sobretodo, se nota que el propósito de la peli no gira exclusivamente en torno a las escenas… bueno, naturales.

Por exemplo, tarda mucho en aparecer la primera escena, bueno, natural y yo arriesgaría a decir que pocos de esos amantes de la naturaleza la encontrarian en lo más mínimo excitante (por lo menos, no del modo que una peli pornográfica quiere ser excitante, aún que a mi la actriz Marylin Chambers me parezca muy… natural).

Mientras tanto, la peli se transformo en un clásico. Yo tomé conocimiento de ella cuando surgió la noticia de que Marylin Chambers había muerto y, meses después de haberla visto, volví a cruzarme con ella en un episodio de Californication, pasando en una televisión sin sonido durante una fiesta, y entonces se me ocurrió el concepto que a lo mejor se les haya ya ocurrido a otros, por que además el concepto me parece obvio, yo que sé: Fashion Porno.

Pornografía pertinente y a lo mejor no masturbatória. A la directora Catherine Breillat, que hizo Romance X, que habrá sido la primera peli no pornográfica en presentar escenas de sexo explicito, le preguntaron si consideraba sus pelis como pornográfica, a lo que ella contesto que no, que eso de cine pornográfico no existe. Pues entendiendo la intención detrás de esta respuesta, me inclinaría a decir que Catherine Breillat no tenia razón. Si que existe él cine porno. Simplemente habría que pensarlo fuera de la industria pornográfica.

Eduardo Cesar

Entrevista a Marylin Chambers

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