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domingo, 4 de abril de 2010

Green Zone



Es el año 2003 y parte del ejercito estadounidense esta abocado a la tarea de encontrar armas químicas en Irak, armas de destrucción masiva que deberán justificar esta intervención militar contra el régimen de Saddam Hussein tras los atentados del 11 de Septiembre. El oficial de ejercito Miller (Matt Damon) conduce una pequeña unidad en esta frustrante tarea. Una y otra vez son enviados por “inteligencia” a destinos donde no encontraran mas que escenas de devastacíon y una población confundida que intenta no ser absorvida por el caos de la guerra.

Miller se ve bruscamente arrastrado hacia el centro de los acontecimientos cuando Freddy (Khalid Abdalla), un iraki interesado en la estabilidad y seguridad de su pueblo, lo dirige hacia el corazón mismo de la resistencia.

De ahí en adelante pretende la Green Zone de Paul Greengrass convertirse en una explicacion plausible para uno de los escándalos políticos mas grandes de los últimos tiempos: las armas de destrucción masiva nunca fueron construidas y por tanto la invasión a Irak no estaba fundada.

Mas allá de especular junto al director de las trilogías Bourne sobre la plausibilidad de su historia es mejor hacer incapie en otro aspecto del cual la película no parece querer hacerse cargo. Como es evidente – y tal como sucedió en la realidad- la mentira y su origen (por supuesto en la green zone!) son identificados, pero la guerra sigue hasta hoy en dia su curso inicial. Por que Green Zone se detiene justo ahí, justo frente al verdadero momento crucial? La razón es sencilla y comprencible: nadie parece querer hacerse cargo de el hecho -incluso cuando este es innegable- de que muchas veces la verdad pesa menos que las necesidades políticas de un pueblo.

Seria una ceguera ante los sucesos el negar que el engaño de las armas de destrucción masiva, de las inexistentes armas químicas no causó un gran impacto en los estados unidos, seria también a su vez un desproposito aseverar que la opinión publica estadounidense y mundial no fueron golpeados por el descubrimiento de que esta guerra estaba fundada en una mentira, pero aun así la guerra no se detuvo. Ni en ese momento ni ahora.

En esta Green Zone no sera rescatada y resguardada la verdad que mueve y motiva su trama. Sino que mas bien y aquí esta toda la ironía del asunto, todo lo de conmovedor que ahí aun subsistía quedara hundido definitivamente en la total trivialidad. Green Zone esta llamada a ser agente– muy por el contrario de lo que ella aspiraba- de la necesidad política. Greengrass ha banalizado lo poco de impactante que aun quedaba en ese descubrimiento .


Duro de Mascar


Trailer Green Zone

1 comentario:

  1. Es interesante notar que en el cine americano solo aquellos que creian en la mentira tienen derecho (moral) a desencubrirla. Miller tiene que confiar en su gobierno para ser un portador de esta "mala nueva" valido.
    De lo contrario seria Miller un socialista paranoico.....la cosas de Holliwood.

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